Las características climáticas de Vilaflor, se corresponden con las de las zonas de medianías de la vertiente sur, es decir; la definida por una presencia generalizada de un ambiente seco y soleado durante todo el año, con mayores índices de precipitación en los meses de invierno. La pluviometría es escasa, aunque algo más elevada en la zona de cumbres, donde pueden alcanzarse los 500 o 600 milímetros anuales, en ciertas ocasiones en forma de nieve, como ha ocurrido en algunos inviernos especialmente rigurosos, siendo un acontecimiento raro y bello al mismo tiempo.
Podríamos deducir con todo ello que al igual que ocurre en la Comarca en la que se adscribe, Vilaflor es un pueblo seco, en donde la llegada de las lluvias se convierte en un acontecimiento que prácticamente solo se disfruta durante los otoños y los inviernos. Sin embargo, como pasa en todas las islas del archipiélago (especialmente en las más altas), a medida que se desciende en altitud, la mayoría de las precipitaciones se reducen y en el sector limítrofe (al sur) con San Miguel y Arona, éstas no superan los 300-400 mm/año. No obstante, al contrario que en otros municipios de la isla, en Vilaflor no existen grandes variaciones climáticas, entre otras cosas porque no cuenta con línea de costa que influya en las temperaturas.
Las temperaturas, si bien existen variaciones dependiendo de la altitud a la que se registran, siguen un régimen muy similar durante todo el año, que se describe por la presencia de una estación más fría en invierno (aunque más concretamente, desde los meses de noviembre a febrero) y una más cálida en los meses de verano, en donde se pueden alcanzar los 23 grados de media, concretamente en agosto. La temperatura media anual es de 14,69 grados centígrados, si bien esta va disminuyendo a medida que se asciende en altura. La temperatura media de las mínimas es de 10,23ºC, siendo enero el mes más frío, con una media mensual de los 9,42ºC y 5,35ºC como media de las mínimas. Las temperaturas máximas aparecen en los meses más cálidos (de junio a septiembre), con registros que superan los 35ºC en los meses de julio y agosto.
Temperaturas medias anuales en Vilaflor. Serie climática 1983-1995.
4.1. Distribución de las temperaturas en Vilaflor durante la serie climática (1983-1995). Altura de la estación meteorológica: 1.378 m.
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4.2. No resulta difícil encontrar nubes en las cotas más elevadas del municipio. (JJ) |
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Las precipitaciones son más importantes en invierno que en verano, en donde incluso pueden no llegan a registrarse (rara vez superan el milímetro durante los meses de junio a agosto), llegando a producirse una sequía estival. En cualquier caso los aportes hídricos no son especialmente importantes, ya que el manto de estratocúmulos no afecta a esta vertiente de la isla, y con ello la humedad es mucho menor. Pese a todo, en las áreas de cumbre pueden llegar a alcanzarse más de 500 mm, acompañadas en algunas ocasiones por formaciones nubosas de grandes dimensiones que además de lluvias dan lugar a un temible paisaje.
Por otro lado, es preciso recordar que algunos inviernos el pueblo ha amanecido algunas veces con nieve y con la estampa de la corona forestal pintada de blanco. Asimismo, noviembre suele ser el mes más lluvioso en Vilaflor, con registros superiores a los 70 mm. Con respecto al reparto estacional, el otoño suele ser más lluvioso que la primera, pues en mayo apenas se superan los 3 mm. En el invierno, febrero (51,24 mm) suele ser más lluvioso que enero, aunque siempre dependerá del entorno en donde caigan las lluvias. Finalmente, sin contar las áreas más elevadas, en las localidades meridionales no suelen ser mayores a los 370 litros por medio cuadrado, hecho que se ve demostrado en los registros de la estación meteorológica de Vilaflor, situada a 1.378 metros, la cual indica una media anual de 366,5 mm, en base a una notable serie climática de cincuenta y dos años (1945-1997).
Precipitaciones anuales de Vilaflor
4.3. Precipitaciones en Vilaflor. De otoño a invierno se concentran los mayores registros. Serie climática 1945-1997.
El agua
Debido a la carencia de recursos hídricos, Vilaflor es un buen lugar para conocer la arquitectura y cultura del agua que experimentó Tenerife a lo largo de épocas pasadas, en donde el ingenio y la necesidad salían a relucir con el fin de obtener agua, tan básica y necesaria para asegurar la supervivencia y la producción agrícola. Así, se pueden comprobar la existencia de varias construcciones edificadas para combatir la sed, como son los casos de canales o atarjeas, diseñadas para la canalización del agua, u otras instalaciones como balsas, depósitos y presas, levantadas para el almacenamiento del recurso líquido tanto para el uso doméstico como para los propios cultivos. Esta estampa de obras hidráulicas tradicionales canarias sigue estando presente aún a día de hoy cumpliendo el papel pretérito (aunque no son tan vitales como entonces) tanto en el municipio como en el resto de la Comarca a la que pertenece.
Las instalaciones para obtener agua en Vilaflor
4.4. Algunas de las construcciones edificadas en Vilaflor con el objetivo de canalizar y almacenar al agua. (JJ)
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