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  5. CONQUISTA DE GRAN CANARIA    
 
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¿Cómo se produjo la conquista de Gran Canaria?

DATOS DE ENMARQUE: Quince años antes de que Colón saliera hacia el Nuevo Mundo, los Reyes Católicos, viendo la presión e intereses portugueses por Canarias, en su afán de dominar las nuevas rutas marítimas, pactan con Diego García de Herrera y su mujer, señores de las Islas, para poder la Corona  tomar las riendas de la conquista de las tres islas más pobladas e importantes: Gran Canaria, La Palma y Tenerife, que se denominará, por ello, islas realengas. Lo que más llama la atención es la cantidad de conflictos e intrigas entre los propios conquistadores.

LOS REYES CATÓLICOS ASUMEN LA CONQUISTA DE LAS ISLAS RESTANTES

En 1477, los Reyes Católicos, vistos los informes oportunos y considerando el peligro que suponía para Canarias la amenaza portuguesa, negocian con Diego de Herrera la cesión del derecho de conquista sobre las tres islas aún por conquistar: Gran Canaria, La Palma, y Tenerife. A cambio, los Herrera-Peraza recibirán una suma de dinero y la investidura del título de Conde de La Gomera para sus descendientes. También influyeron en la decisión real las quejas recibidas en la Corte de los vecinos lanzaroteños por los malos tratos a que se veían sometidos por los señores de la isla. A partir de este momento la conquista de las Canarias tomará un carácter distinto a la etapa anterior.

Fernando e Isabel, los Reyes Católicos, fueron los propulsores de la segunda parte de la Conquista de las Islas Canarias, iniciada por Juan de Bethencourt

Hasta ahora las islas conquistadas habían pasado a formar parte del feudo del señor conquistador. En cambio, las tres islas que faltaban por someter, estarán ya directamente sujetas a la autoridad de los Reyes. Las islas, pues, de Canaria, La Palma y Tenerife serán de realengo, mientras que las ya conquistadas serán de señorío.

Las consecuencias que de esta decisión real se derivan son importantes pues mientras estas tres islas se regirán por una administración y una justicia real, las de señorío continuarán hasta entrado el siglo XIX bajo un régimen opresivo señorial.

CONQUISTA DE GRAN CANARIA

Hacia 1478, y por expreso deseo de los Reyes Católicos, se reemprende la conquista de Gran Canaria. La operación de armar escuadra y organizar la expedición corre a cargo de Juan Rejón, el obispo Juan de Frías y el Deán Juan Bermúdez (los tres Juanes). Desembarcan en las playas de la Isleta y plantan el campo en las inmediaciones del barranco de Guiniguada (plaza de Santa Ana). El campamento recibió el nombre de «Real de las Palmas», por la cantidad de palmeras que había en aquel sitio.

Pronto, el campamento castellano es atacado por los valerosos indígenas canarios, pero la suerte de estos está echada; sufren los primeros reveses dejando sobre el campo numerosos muertos.
En estos ataques, destacaron los caudillos indígenas Doramas, Maninidra y Adargoma.

FORTIFICACIÓN DEL REAL E INTRIGAS INTERNAS

Pedro de Algaba fue gobernador de Gran Canaria en los comienzos de la conquista y murió decapitado por Juan Rejón. (MC)

Ante la eventualidad de nuevas embestidas, el Real de las Palmas es fortificado. Pero pronto surgen graves desavenencias e intrigas entre Rejón y Bermúdez, situación que se agravó cuando, en 1479, llega Pedro de Algaba con título de gobernador, acompañado del obispo Frías. Ellos detienen a Rejón enviándolo a Castilla, pero éste no tardará en volver con nuevos pertrechos. En esta nueva entrada a La Isleta, hecha con sigilo y astucia, Rejón detiene a su enemigo, el gobernador, que sometido a un rápido proceso muere decapitado. El Deán Bermúdez fue desterrado a Lanzarote y Algaba es finalmente ejecutado, acusado de confabulación con los portugueses.

Estos hechos y las resistencias de los canarios 500 soldados y 400 jinetes habían sido derrotados por los canarios en Tirajana, el 9 de agosto de 1479 aplazaban la conquista.  Después de casi dos años del desembarco en La Isleta, sólo se habían hecho un par de incursiones en Gáldar y Tirajana, sin resultado práctico alguno.

NUEVO IMPULSO CONQUISTADOR: PEDRO DE VERA

Los excesos de Rejón hicieron que los Reyes Católicos ordenaran una nueva armada al mando del caballero jerezano Pedro de Vera, con título de Capitán a Guerra y Gobernador de la isla.

El nuevo gobernador, a instancias de la viuda de Algaba y de Alonso de Lugo, su cuñado, procesó a Rejón, enviándolo preso a Castilla.

Pedro de Vera, para desembarazarse de gran número de canarios, les prometió llevarlos a la vecina isla de Tenerife, pero la intención de Vera era conducirlos como esclavos a puertos de la península ibérica. Ya a bordo, los canarios se apercibieron del engaño y se amotinaron a la altura de Lanzarote, donde fueron desembarcados.

MUERTE DE DORAMAS Y RENDICIÓN DE SEMIDÁN

Vera, que quiere tomar Gáldar, avanza por la ruta del Norte, pero un contingente de indígenas, al mando del valiente Doramas, se opone a su marcha entablándose una desigual batalla en la que Doramas cae mortalmente herido. Los isleños, ante la pérdida de su jefe, emprenden la huida hacia zonas más montañosas.

Más tarde, Tenesor Semidán, guanarteme de Gáldar, junto con Maninidra, y otros de los suyos, es sorprendido en una cueva por las tropas de Alonso de Lugo y de Peraza. Con lo que los canarios no ven más salida que la rendición.

En prueba del éxito alcanzado en la conquista, Vera envía a Semidán y a otros indígenas a la Corte de los Reyes Católicos, donde el primero sería bautizado, apadrinado por el mismo rey, con el nombre de Fernando Guanarteme. Al regresar a su isla,  el destronado rey canario haría dos viajes más a la Corte, además de participar activamente, del lado castellano, en la conquista de su propia isla y de Tenerife, donde tendrá tierras y morirá. Al parecer, sus restos descansan en una ermita, situada en la Plaza de San Cristóbal de La Laguna.

ÚLTIMOS PASOS DE LA CONQUISTA

Los canarios se habían hecho fuertes en los riscos más inaccesibles, y cuando Pedro de Vera decide atacar en el centro de la isla, hubo de retirarse. Posteriormente, en Fataga, obtuvo un resonante éxito al conseguir, por medio de Fernando Guanarteme, que un grupo de isleños se rindiese. Cuenta la tradición que Tasarte, su jefe, prefirió morir despeñándose, que entregarse al conquistador.

El último refugio aborigen en caer fue Ansite, un lugar aún no determinado, pero que se supone estaría situado en las alturas de Tirajana o Gáldar . Finalmente, algunos focos rebeldes fueron reducidos en el Suroeste de la isla por tropas con base en el puerto de Arguineguín.

Tradicionalmente se toma el 29 de abril de 1483 como fecha de terminación de la Conquista, aunque la incorporación oficial de Gran Canaria a la Corona de Castilla tuvo lugar el 20 de enero de 1487 .

Fortaleza de Ansite, donde desde hace décadas finaliza la conmemoración de la Ruta de Bentejuí. (MC)
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