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  7. ARTESANÍA CANARIA    
 
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Tejidos y cestería

Tejidos

Los calados

El calado es una de las actividades artesanales más importantes del Archipiélago Canario. Consiste en deshilar una pieza de tela logrando diversos y complicados dibujos. En primer lugar, se corta la pieza, se marca y se quitan los hilos, para dejar ciertas partes del tejido preparadas para la confección. Más tarde se realiza el trabajo, es decir, lo que propiamente es el calado, para lo que se utilizan agujas e hilo de gran resistencia. Las piezas más destacadas son los manteles y los centros de mesas, pero también las blusas, los mantelitos individuales o los trajes. El calado se trabaja en diferentes variedades básicas como son: fino, galleta, hebra y madrigal.

Como zonas importantes de producción de calado destacan municipios  como: La Orotava, Los Realejos, La Guancha, San Juan de la Rambla, Granadilla y El Escobonal en Tenerife; Ingenio, Agüimes, Gáldar y Moya, en Gran Canaria y Puerto del Rosario, en Fuerteventura.

Los bordados

Los bordados, juntos con los calados, son las dos actividades artesanas más conocidas del Archipiélago Canario.(CP)  

Los bordados se realizan sobre telas igual que los calados. Se utilizan sobre todo para adornar trajes tradicionales, mantelerías, ornamentos de iglesias o ajuares domésticos. Con respecto a las variedades más destacadas estarían: richelieu, paisajes, figuras y cuadros de flores.

Las zonas de mayor producción se encuentran en las islas de La Palma y La Gomera. En la primera destacan Breña Alta y Breña Baja, Fuencaliente, Mazo y la capital, Santa Cruz de La Palma. En la segunda, Hermigua.

La seda

Aunque antiguamente muchas zonas de las Islas se dedicaban a la elaboración de la seda, actualmente el centro más importante de producción de Canarias está en El Paso (La Palma). Las confecciones en seda más habituales suelen ser pañuelos (en frivolité), chales y trajes, a lo que habría que añadir elementos tradicionales como los manteles.

La elaboración de la seda se divide en varias fases: En primer lugar, la cría de los gusanos de seda; en segundo lugar -una vez que las larvas han fabricado el capullo-, la extracción y manipulación de la seda (tradicionalmente labor de una mujer, la sedera, que introducía los capullos en el agua caliente para luego llevar a cabo la limpieza y la unión de hebras); En tercer lugar, el revisado, torcido, planchado y llenado de los cañones; Y, por último, la confección del tejido utilizando un telar de pedal (introducido por los conquistadores castellanos durante el siglo XVI). Esta tarea suele también ser propia de mujer, la tejedora, que debe ir interrumpiendo o alimentando el caudal de hilo para conseguir la pieza deseada.

Fases de la elaboración de la seda

Las traperas

Las traperas son paños elaborados mediante la urdimbre de tiras de trapo de diversos colores. En primer lugar se cortan los trapos en tiras que luego se tuercen y se colocan en el telar, allí es donde se van mezclando unas con otras finalizando con un fleco de  macramé

En Taganana (isla de Tenerife), se confeccionan rollos de tiras y bolsas. En Mazo (La Palma), alforjas, alfombras y colchas. En Hermigua y Valle Gran Rey (La Gomera), traperas de rayas, de pico  y de rombo. Existen también en la isla de El Hierro algunas zonas de producción como son las de Sabinosa y El Pinar.

En pueblos como El Pinar, en la isla de El Hierro, se conservan trabajos artesanos de gran sabor canario. (PTEH)

La Cestería

En prácticamente toda Canarias existen centros de cestería, lugares, en la mayoría de los casos, muy rudimentarios. La cestería era una actividad que estaba muy ligada al mundo rural, por tanto, se trataba de un arte orientado al consumo doméstico, que buscaba la funcionalidad del producto. Esto era así, hasta hace muy pocos años. En la actualidad, como sucede con la mayoría de los trabajos artesanales, se ha convertido en producto de lujo, con una finalidad básicamente ornamental.

El material con el que se trabaja varía según la isla en donde nos encontremos y el tipo de modelo que se pretenda elaborar. Normalmente el castaño, el follao, el mimbre y la caña, se utilizan para los trabajos más duros al ser muy resistentes. Mientras que el ‘colmo’, (voz canaria con la que se conoce a la paja del centeno, especialmente en la isla de La Palma y El Hierro) y el codeso, se utilizan más en la cestería fina, donde la importancia está más en el sentido decorativo que en el práctico.

Artesano de cestería en la Isla de El Hierro. (PTEH)     Elaboración de tambores de juncos para la pesca de la morena. (CIT)

Cestería de paja

Existen gran variedad de cestos elaborados con paja como los balayos, los costureros, etc. La amarrada de la paja se suele hacer con zarza, trovisca, rafia o hilos. Los cestos de paja son típicos de La Guancha y Buenavista, en Tenerife, Ingenio, en Gran Canaria y Breña Alta, Breña Baja y Mazo, en La Palma.

Cestos de vara

La dureza de la vara (follao) permite elaborar trabajos muy resistentes como cestos de mano, barcas, canastas, raposas, cestos de pan y de ropa, cestos con tapa, espuertas o serones. Los cestos de vara son típicos de La Orotava y Los Realejos, en Tenerife así como en Breña Alta y Breña Baja, en La Palma.

Cestería de caña y mimbre

La cestería de caña y mimbre data de los primeros años de la colonización. Se utiliza para hacer entre otras cosas cestos de mano, de pan, nasas para camarones, jaulas de caña para pájaros y tambores de juncos para pescar morenas. Las nasas, los tambores y las jaulas se construyen sobre todo en Icod de los Vinos y San Andrés, en Tenerife, mientras que los cestos, son más frecuentes en Los Sauces y Barlovento, en La Palma y  Sabinosa en El Hierro.

En la actualidad existen muy pocos artesanos que trabajen el junco de forma tradicional. Juan Ramírez Pérez, originario del municipio grancanario de Santa Lucía de Tirajana, es uno de ellos. Este artesano fue galardonado en 2006 con el primer premio del Certamen Internacional de Cestería Tradicional y de Diseño Pinolere.

Cestería de pírgano

La elaboración de cestería de pírgano (nervio central de la hoja de la palmera), está condicionada a la disponibilidad de palmerales importantes. La elaboración es tarea particularmente masculina, debido a la considerable fuerza física que requiere el trabajo con este material. Este tipo de cestería es producida principalmente en la isla de Gran Canaria.

Juan Ramírez, originario de Santa Lucía de Tirajana, es de los pocos artesanos que siguen trabajando el junco de manera tradicional. (MC)
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