La disposición vertical de la mayor parte de los municipios de la comarca y la orientación hacia el norte y noreste de la mayor parte de ellos hace pensar en una vegetación potencial de vertiente de barlovento en diferentes pisos altitudinales, tal y como se observa en el resto de islas montañosas del Archipiélago. Esto no es así, debido a las profundas transformaciones sufridas tras la Conquista, que han provocado que los patrones de distribución de las formaciones vegetales no respondan a la lógica general del resto de las islas. En la actualidad, aparecen extensas áreas de pinar en enclaves donde potencialmente podría desarrollarse el monteverde; las retamas y los codesos han descendido en altitud; a los tabaibales es posible encontrarlos fuera de su ámbito potencial. Además, aparecen innumerables estadios intermedios de formaciones vegetales degradadas, fruto de la acción del hombre sobre el medio.
Los esfuerzos llevados a cabo durante las últimas décadas por proteger aquellos espacios y especies de interés para la conservación están dando sus frutos. La comarca participa de nueve Espacios Naturales Protegidos: Reserva Natural Integral del Barranco Oscuro, Reserva Natural Especial de El Brezal, Reserva Natural Especial de Azuaje, Reserva Natural Especial de los Tiles de Moya, Parque Natural de Tamadaba, Parque Rural de Doramas, Monumento Natural de Amagro, Monumento Natural Montaña del Negro y Paisaje Protegido de Las Cumbres.
Localizado entre los municipios de Moya y Valleseco y con una superficie de 35,2 ha, la Reserva Natural Integral del Barranco Oscuro alberga un reducto de la mejor y más completa muestra de laurisilva de Gran Canaria.
En las medianías del municipio de Santa María de Guía, al oeste del barranco de Moya, con una superficie de unas 107 ha, se sitúa la Reserva Natural Especial de El Brezal. Esta reserva se trata de la mejor muestra de fayal-brezal de Gran Canaria y su importancia forestal y buen estado de conservación contribuye a mantener procesos ecológicos esenciales, tales como la recarga del acuífero y la protección del suelo.
La Reserva Natural Especial de Azuaje se sitúa a caballo entre los municipios de Firgas y Moya. Se extiende a lo largo de 5 km de barranco, abierto al norte y profundamente excavado en materiales basálticos recientes. Entre sus principales valores, destaca la propia formación geológica y determinados hábitat como el acuático, con especies de agua dulce, que se ha generado debido al pequeño curso de agua permanente que discurre por el barranco.
La última de las reservas naturales que encontramos en la comarca es la Reserva Natural Especial de Los Tiles de Moya. Situada entre los municipios de Santa María de Guía y Moya, es uno de los últimos reductos de laurisilva de Gran Canaria, comunidad vegetal que, a pesar de su reducida extensión, ejerce un papel destacado en la protección de los suelos y la recarga del acuífero. La fauna y flora se componen de las especies típicas de laurisilva, contando con multitud de endemismos de alto interés científico, algunos en peligro, como la chahorra (Sideritis discolor) o la cresta de gallo (Isoplexis chalcantha).
Varios de los municipios de la comarca participan de uno de los dos parques naturales de la Isla, el Parque Natural de Tamadaba. Se trata de un macizo montañoso, atravesado por una densa red de diques y surcado por varios barrancos e interfluvios amplios. Es un paisaje de grandes contrastes dominado por las montañas de Tirma, Altavista y Tamadaba.
Los parques rurales son magníficos ejemplos de una armoniosa relación hombre-naturaleza, y el Parque Rural de Doramas no es ninguna excepción. Con una amplia superficie de más de 3.500 ha repartidas por las medianías de los municipios de Santa María de Guía, Moya y Firgas, el parque presenta una bella estampa donde se mezclan áreas de cultivos fruto una agricultura tradicional y zonas más naturales donde la impronta del hombre es apenas visible.
También destacamos otra categoría de protección: los monumentos naturales de Amagro y de El Montañón del Negro. Se trata de espacios o elementos naturales de reducida dimensión, que son objeto de protección especial por sus singulares características, rareza o belleza. El Monumento Natural de Amagro es un pequeño macizo montañoso de 500 m de altitud sobre la vega de Gáldar y donde se han encontrado yacimientos arqueológicos de relativo interés. El montañón Negro y la caldera de los Pinos de Gáldar constituyen dos estructuras geomorfológicas bien conservadas de gran singularidad e interés científico, representativas del volcanismo insular más reciente.
Para finalizar este recorrido por los Espacios Naturales Protegidos de la comarca destacar el Paisaje Protegido de Las Cumbres. Situado en el sector de cumbres, donde se encuentran las cabeceras de los principales barrancos del norte y noreste de Gran Canaria, entre los municipios de Artenara, Gáldar, Santa María de Guía, Moya, Valleseco, Tejeda, San Mateo y Valsequillo. Por su disposición y orientación, este espacio ejerce un papel notable en el mantenimiento de procesos ecológicos esenciales como la captación de aguas.
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