No se puede entender la economía regional de manera aislada, ya que se trata de un conjunto de procesos muy dinámicos, que interactúan y se relacionan entre sí, produciéndose a su vez un intercambio entre las distintas regiones. Esto ha ocurrido así desde la Conquista (s XV), acentuándose a finales del s XX con el fenómeno de la globalización. Por lo tanto, es necesario adoptar una perspectiva global para analizar una economía como la canaria.
La historia económica de Canarias se ha caracterizado por la interdependencia de las Islas con el exterior. En primer lugar ha estado determinada por el propio proceso de colonización. En segundo lugar por el marco jurídico al que pertenece –que a su vez le ha permitido gozar de una serie de ventajas y excepciones fiscales y de comercio-; y por último, por su situación geográfica. Todos estos factores han favorecido el intercambio directo con América y con varios países europeos, como Holanda o Inglaterra.
Caña de azúcar
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Antiguo ingenio azucarero en Los Silos (Tenerife). Actualmente es una empaquetadora de plátanos. (SG) |
El Archipiélago se ha utilizado como terreno experimental para plantación y comercialización de nuevos cultivos. Las experiencias canarias, posteriormente, eran trasladadas a Latinoamérica. Este fue el caso de la caña de azúcar.
Se trata del cultivo dominante en la primera etapa de la historia económica de Canarias, coincidiendo su desarrollo con el proceso más fuerte de la colonización (finales del s XV-mediados del s XVI). La caña fue el primer monocultivo sobre el que se volcaron la mayoría de las fuerzas productivas de las Islas, afectando su uso a una gran parte del territorio. La competencia de otros territorios, como Marruecos y Cuba, hicieron que entrara en crisis y dejara de ser rentable su cultivo.
El vino
Tras la crisis de la caña de azúcar se fue introduciendo el cultivo de la viña. El vino tenía menos costes de producción, ya que no necesitaba combustibles y se adaptaba muy bien a las condiciones edáficas del Archipiélago. El vino se exportaba a Inglaterra y América manteniendo, como ocurría con la caña de azúcar, un comercio muy importante con estos territorios. El trueque fue esencial en los intercambios, primero azúcar por obras de arte flamencas –por ejemplo en La Palma-, mientras que el vino se intercambió por productos manufacturados de Inglaterra, o por metales preciosos de Latinoamérica.
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Canarias exportaba vino a Inglaterra y Latinoamérica. (Finca La Isleta). |
El 'impuesto de sangre'
El comercio con las Indias durante los siglos XVII y XVIII estaba condicionado por numerosas restricciones que se implantaban a las mercancías. La más llamativa era el ‘impuesto de sangre’, establecido en 1678 y que consistía en limitar la licencia para comerciar con América con la salida obligatoria de determinado número de familias, –se exigían 5 familias por cada 100 Tm embarcadas-. Descendientes de aquellas familias son gran parte de la población que vive hoy en Louissiana o Texas.
"La historia económica del archipiélago no presenta una línea de crecimiento constante ni uniforme; […] la evolución económica de las islas ha estado marcada por crisis comerciales, desastres agrícolas, cambios de cultivos básicos y emigraciones muy importantes". |
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El s XVIII
A partir del s XVIII comienza a descender la exportación de vinos debido a diferentes causas. En esta época se extiende el cultivo de la papa, un tubérculo muy habitual en la dieta canaria y que fue traído desde Perú en el siglo XVI . En los tiempos difíciles para la población, la papa salvó de la hambruna a muchos canarios.
El siglo terminó con el ciclo reformista de Carlos III, que con una serie de ‘Reglamentos’, pretendía liberalizar de nuevo el comercio en Canarias. Estas normas, aunque ayudaron a la economía, no llegaron a resolver una situación que ya había entrado en crisis.
La Cochinilla y el fin del vino
En el s XIX comienza la etapa liberal, surge el espíritu del librecambio y aparece una primera y muy reducida clase burguesa dedicada a las actividades comerciales. Las Islas se aprovechan de una coyuntura conflictiva en el continente europeo: Inglaterra entra en guerra con la Francia napoleónica, con lo que el mercado mediterráneo se cierra y los vinos canarios vuelven a viajar a Inglaterra. En 1812 las exportaciones alcanzan cotas muy altas . Factores como la excesiva oferta y el fin del conflicto armado terminan finalmente con este comercio.
El s XIX será recordado, en cuanto a monocultivos, como el siglo de la cochinilla, un insecto que se cría en las tuneras –chumberas-, y del que se extrae un tinte llamado carmín. En esta época las Islas se llenan con esta especie vegetal traída de América.
Como el resto de monocultivos, tras un periodo de tiempo finalizó su apogeo debido a diferentes causas, como la aparición en el mercado de las anilinas -tintes sintéticos derivados del amoniaco-.
El plátano y el tomate
Avanzado ya el s XIX, se aprueba el primer decreto ley que reconoce las peculiares condiciones del Archipiélago: Ley de Puertos Francos (1852). Esta leypermitía no aplicar aranceles a las importaciones, reducir los impuestos indirectos, o crear arbitrios locales. Se produce además un crecimiento demográfico y de la actividad comercial.
El naturalista y cónsul de Francia en Canarias, Sabino Berthelot, hizo traer de la Cochinchina -sur de Vietnam-, una variedad de plátano. Pero serán los ingleses, primera potencia mundial y colonial de la época, los que propongan a los agricultores y empresarios locales el plátano -y en menor medida el tomate-, como nuevos monocultivos. De hecho, Inglaterra ha sido el principal inversor foráneo en las Islas, por encima incluso de la Península y Baleares, sobre todo durante las dos primeras décadas del s XX, donde representaba el 71% del total de las inversiones, frente al 4% de las que provenían del territorio peninsular.
Con el tiempo, desde la Administración Estatal, se empezaron a llevar a cabo políticas proteccionistas para la venta exclusiva en la península Ibérica.
El plátano vive en la actualidad una crisis debida a la dificultad para competir con el producido en otros países -como es el caso de Brasil-, ya que el canario tiene unos costes de producción mucho más elevados. Algunas opiniones entienden que la producción canaria, dadas sus limitaciones de recursos y territorio, debe especializarse en calidad -el plátano canario es más sabroso-, sin olvidar la diversificación.
Conclusión
Al centrarse las Islas en producir artículos tan especializados, era más fácil que cualquier cambio o crisis en los países ricos repercutiera negativamente en su economía, de ahí el reclamo permanente para que las Islas diversificaran su producción. Hay opiniones que hacen referencia a que el problema estuvo en que las Islas no consiguieron hacer que sus productos fueran competitivos. Los canarios, entienden, no supieron vender la diferenciación de sus artículos con los de otras regiones, siendo incapaces de hacer percibir a los compradores el carácter único e inigualable de su producción.
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