Condiciones geográficas

La economía de Canarias ha estado determinada siempre por su situación geográfica. Las Islas se encuentran en medio del océano Atlántico, dentro de la región conocida como la Macaronesia, cerca de la costa Africana –a unos 100 km- y lejos -1.200 km aprox-, de las costas europeas a las que pertenecen a nivel cultural y político. Además, es un territorio fragmentado interiormente en islas e islotes, con diferente tamaño y población, y aislado por el mar hacia el exterior.

La lejanía y fragmentación han ocasionado problemas estructurales en ámbitos como las comunicaciones y el desarrollo. Estas características han otorgado a su vez ventajas estratégicas, como ser plataforma en los viajes oceánicos y cruce de rutas intercontinentales. Estos hechos han condicionado y siguen potenciando algunos fenómenos económicos como:

El Puerto de la Luz, en Las Palmas de Gran Canaria, es el de mayor actividad comercial del Archipiélago. (TB)

• Predominio comercial en la actividad económica. Barcos que necesitan abastecimiento, y barcos transportadores de diferentes mercancías han recalado y recalan en Canarias, convirtiéndola en punto estratégico del intercambio comercial internacional.

• Industrias de reparación de buques. Con el tiempo se han ido instalado empresas cada vez de mayor envergadura.

• Funcionamiento de refinería de petróleo en Tenerife. Dificultades administrativas hacen que no pueda ser emplazada en la Península, aunque la situación estratégica de las Islas para el tráfico marítimo fue una razón decisiva a la hora de decidir su instalación en 1929.

• Posibles mercados africanos. Las relaciones comerciales históricas más intensas han sido con Europa, especialmente con Inglaterra. En los últimos tiempos, en cambio, el comercio principal se mantiene con la Península, a la vez que crece el intercambio con el resto de los países de la Unión Europea. Con vistas al futuro, se divisan nuevas perspectivas con los países africanos, con el objetivo de propiciar su desarrollo y evitar la inmigración ilegal.

Otras variables geográficas que también influyen en Canarias son su accidentado relieve y un terreno desnivelado y pedregoso. Desde el punto de vista económico, Canarias cuenta con poco suelo –mucho de él improductivo-, lo que ha dificultado un mayor desarrollo de la agricultura. La variedad y benignidad del clima proporciona, por el contrario, gran diversidad de productos agrícolas, sobre todo debido al constante aporte de humedad que suponen los vientos alisios. Éste ha sido un factor que ha permitido a lo largo de la historia gran flexibilidad a la hora de cambiar de cultivo. La climatología, junto a las bellezas naturales del paisaje, han potenciado el fenómeno económico social más importante de Canarias: el turismo.

Recursos naturales

En general, se puede decir que en las Islas escasean los recursos naturales susceptibles de ser utilizados y procesados por las industrias para elaborar productos.

Uno de los escasos manantiales de las Islas está en La Gomera. (PTLG)

• Agua. Lo más determinante ha sido su escasez. Las Islas carecen prácticamente de cursos continuos de agua, como riachuelos o arroyos. Por ello, los canarios han tenido que construir presas y embalses para estancarla, utilizando el agua de los barrancos y escorrentías de superficie. También, en las islas más húmedas, han perforado la tierra con profundos pozos y galerías, buscando alcanzar las reservas subterráneas denominadas acuíferos. Por último, las técnicas de depuración y desalación, han convertido en potable -para el regadío o el consumo humano-, otros tipos de aguas como las residuales o las saladas.

• Madera. Al ser muy abundante se sobreexplotó, haciendo desaparecer muchos de los bosques originales de las Islas, como es el caso de los de laurisilva. Tras varias campañas de repoblación, Canarias cuenta en la actualidad con la mayor superficie de pino canario de la historia. Hay que destacar la importancia que ha tenido la madera en la arquitectura tradicional de las Islas.

  El caso de la madera en Gran Canaria Tras la Conquista, la madera se convirtió en el material básico para muchas actividades, como la construcción de barcos e ingenios azucareros. A su vez, hacía falta como combustible para el funcionamiento de esas pequeñas industrias del azúcar que se instalaron en la Isla. Los hornos de brea de resina, como los de Inagua, la empleaban para extraer la brea de la madera -calentándola a altas temperaturas-. El carbón se sacaba de la madera de pino, utilizando para ello hoyas carboneras, como las que se pueden ver en Risco Blanco, en San Bartolomé de Tirajana. A su vez, las piñas eran usadas como combustible, secándolas en secaderos como el de El Molino, en La Aldea de San Nicolás.

• Cemento. En Canarias existe una ausencia casi total de materias primas de origen mineral, como metales (hierro, cobre, oro…), rocas (mármol), o minerales de origen fósil (petróleo). Sin embargo, sí existen numerosos materiales de ex­tracción útiles para la construcción, tales como el basalto, traquitas, tobas y lapilli o zínder. La toba, por ejemplo, es un tipo de puzolana, que al calentarse y mezclarse con agua y otros materiales, forma el cemento. Otros sirven como bloques naturales que sólo hay que cortar. Destaca, por ejemplo, la cantera de piedra de Arucas, en Gran Canaria.

• La sal. Es un recurso que ha sido muy utilizado en el pasado. En la actualidad siguen funcionando varias salinas en diferentes puntos del Archipiélago, como las de Janubio en Lanzarote, Fuencaliente en La Palma, o Arinaga y El Cardonal en Gran Canaria.

• Peces. Los mares que rodean las Islas son ricos en peces, pero problemas técnicos –Canarias cuenta con una deficiente flota pesquera- y conflictos de aguas jurisdiccionales con Marruecos –surgidos a partir de la entrega española del Sáhara a los marroquíes-, han dificultado que haya un mayor aprovechamiento de los recursos del mar.

Extracción de materiales para la construcción en Gran Canaria. (MC)