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En pocas palabras

Descripción de la Isla

Situada en el NO del Archipiélago, la llamada ‘Isla Bonita’ tiene forma de corazón alargado.

En su centro y hacia el norte, está la impresionante Caldera de Taburiente, en cuyo borde se encuentra su máxima altura, El Roque de los Muchachos (2.426 m.), que acoge el Observatorio Astrofísico internacional del mismo nombre.

La Caldera de Taburiente, con su semicircularidad, se asemeja a la cabeza de un signo de interrogación, que se prolonga hacia el sur, a través de la Cumbre Nueva, y que tiene en el extremo, como punto de la interrogación, a la Cordillera Vieja, dividiendo así a la isla en las vertientes este y oeste.

Justo en este extremo sur, casi en la punta inferior de la isla, se encuentra el Volcán de Teneguía, donde ha tenido lugar la penúltima erupción volcánica del Archipiélago (1971).

Caldera de Taburiente. (PTLP)

Breve reseña histórica de La Palma

Benahoare, que significa “mi tierra”, es el nombre aborigen de La Palma. Fue conquistada por Alonso Fernández de Lugo, quien inició la campaña en Tazacorte en 1492 y la concluyó en 1493, tras haber engañado, valiéndose de la traición, a Tanausú, el rey de Aceró (Taburiente).  Al ser trasladado como esclavo a la Península, Tanausú prefirió morir de hambre, pronunciando “vacaguaré” (“quiero morir”).

Actualmente su cultivo principal es el plátano pero, por ser eminentemente agrícola y por haber estado alejada del turismo, su renta familiar es la más baja del Archipiélago; sin embargo, la distribución de la riqueza ha sido bastante equilibrada.

También hay que decir que es la quinta en población (con 86.062 hab) y la cuarta en extensión.

Su población ha sido, durante muchos años, de las de mejor nivel escolar y cultural de Canarias.

Su actual horizonte pasa por la definición del modelo de crecimiento, que ha de saber combinar desarrollo de infraestructuras, aumento del turismo de calidad y, sobre todo, respeto por el medio ambiente y conservación de sus señas y costumbres sociales e identitarias.

Un recorrido por sus municipios

Su capital, Santa Cruz de La Palma, se asienta en la costa, junto al cráter de La Caldereta.

Balcón típico. (PTLP)

Fue fundada en 1493 por orden de Alonso Fernández de Lugo. Es una ciudad que posee una gran elegancia.

En ella destacan sus iglesias, edificios y casonas con hermosas balconadas. Su puerto da a la ciudad cierto carácter marinero.

La riqueza de su arquitectura, y arte en general, indica haber sido foco de un rico comercio con Flandes, Países Bajos e Inglaterra, debido a la exportación de azúcar y vino en los siglos posteriores a la Conquista. Se convirtió así en una ciudad comercial, liberal y tolerante.

También se caracteriza por haber sufrido diversos ataques y saqueos de piratas.

El corazón de esta ciudad está en la Plaza de España, el recinto arquitectónico más importante de la isla, en torno a la cual se encuentra el Ayuntamiento, bello monumento renacentista, al igual que la portada de la Iglesia de El Salvador. 

Admirables casas solariegas de familias burguesas, construidas en el siglo XVIII, se encuentran cerca de la plaza y a través de la antigua Calle Real.

A unos 5 km de la capital, se sitúa el Santuario Insular de Nuestra Señora de Las Nieves (s. XVII), donde se guarda la imagen de la patrona de la isla.

En la ruta este hacia el norte, nos encontramos con Puntallana, denominada “el granero de la isla”, donde abundan los pinos y la laurisilva, como en el bosque denominado ‘Cubo de La Galga’.  

Laguna de Barlovento. (PTLP)

A continuación, San Andrés y Sauces, rico municipio en agua, importante zona de platanera y de caña de azúcar, con ‘Los Tilos’, famoso bosque de laurisilva, núcleo originario de la actual Reserva de la Biosfera; Destacan el Charco Azul, en la costa, y los templos de ambas poblaciones del siglo XVI, con importantes obras artísticas.

Muy próximo, en el propio noreste, aparece el pintoresco pueblo de Barlovento, zona también de plataneras y rica en agua. Poseeigualmente una hermosa costa, con el antiguo faro decimonónico de Punta Cumplida y las Piscinas naturales de La Fajana. En las medianías altas, se encuentra el embalse y parque recreativo de La Laguna.

Cruzando un quebrado terreno de pinos y profundos barrancos, pasamos por las poblaciones de Gallegos y Franceses, este último ya en el término municipal de Garafía. Se trata de una villa de gran sabor rural, con sus empinadas lomas de caseríos dispersos, que separan abruptos barrancos, tupidos bosques, y extensas llanuras. Después de su capital, Santo Domingo, se inicia la vertiente oeste de la Isla.

A continuación, Puntagorda, zona rural con sus esbeltos pinos canarios y su zona marinera, y Tijarafe, con sus dragos y su templo dedicado a la Virgen de Candelaria.

Siguiendo hacia el sur, salvamos el impresionante barranco de las Angustias, desembocadura de la Caldera de Taburiente, y pasamos a Los Llanos de Aridane, segunda ciudad palmera en importancia. Es una ciudad emergente y muy activa, con un buen trazado urbanístico y un comercio y agricultura florecientes. Destaca además el cultivo del plátano, el tabaco, los almendros y los cítricos, además de la construcción y el sector servicios.

Sobresale el conjunto de la plaza e iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, rodeada de casas solariegas, así como la zona costera de Puerto Naos.

Plataneras en el Valle de Aridane. (Manuel Ángel Pereda Viña)

Más al centro de la isla, está el municipio de El Paso, tierra de almendros, de producción de seda y aromáticos puros, donde se enclava la gran depresión de La Caldera de Taburiente (10 km de ancho), Parque Nacional, con una gran gama de flora y elementos geológicos.

En la costa de nuevo, se localiza el pequeño pueblo de Tazacorte, lugar de clima excelente y veraneo que, por su prosperidad y ambiente alegre, es llamado el ‘París Chiquito’. Su puerto y playa han sido recientemente reformados y embellecidos.

Ya en el extremo sur de la isla está Fuencaliente, cuyo nombre nace de una desaparecida fuente, a la que acudían personas de todas partes, en busca del agua caldeada de su manantial para curar sus males. Es una tierra famosa por sus erupciones (Volcanes de Teleguía y San Antonio), por sus vinos y por su espectacular paisaje costero (pequeñas playas de arena negra, salinas y faro).

Girando hacia la vertiente sureste se encuentra la Villa de Mazo, de gran tradición artesana. Es conocida por los bellos tapices y arcos de flores en las fiestas del Corpus, la Cueva de Belmaco (con  restos e inscripciones aborígenes). En ella se halla además el aeropuerto insular.

Ya próximos a la capital, llegamos a la zona de las breñas: Breña Baja y Breña Alta, municipios antaño rurales que poco a poco se han ido convirtiendo en excelentes lugares de residencia debido a la alta calidad de vida que ofrecen: buen clima, hermosos paisajes, cercanía con la capital, servicios y comercios, así como una costa acondicionada y turística (Los Cancajos).

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