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  10. SIGLO XVI: REINADOS DE CARLOS I Y FELIPE II    
 
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La gobernación de las Islas

DATOS DE ENMARQUE: Reyes españoles (Austrias) del siglo XVI: Carlos I  de España y V de Alemania (1516). Recibe de parte de su madre, Juana la Loca,  el  Reino de España con los dominios de ultramar, y, a la muerte de su abuelo Maximiliano I de Austria,  padre de Felipe el Hermoso, hereda gran parte de Europa (lo que se conoce actualmente por Italia, Países Bajos, Austria, Alemania, etc.). Esto configura el gran imperio español y también  la defensa del Catolicismo, así como las guerras con Francia, con turcos y berberiscos. Felipe II (1556), en cuyos dominios no se ponía el sol (pues incorporó Filipinas), continúa, como su padre, las guerras con Francia y las luchas religiosas en Centroeuropa. Ante esto, no es extraña la presencia de piratas franceses, ingleses o de otras nacionalidades, enemigas de España, en las costas canarias.


Bajo los reinados de Carlos I y de Felipe II, las Islas continuarán con el proceso de despegue económico y crecimiento demográfico, iniciado ya con la colonización de los primeros gobernadores. La libertad comercial será una premisa fundamental en este fenómeno de expansión, pues el interés se centraba en hacer rentable la explotación del territorio conquistado, incluyendo su población. La situación política y social de las Islas vendrá dada en función de factores tan importantes como la piratería y la emigración, sin olvidar la influencia de los decretos reales procedentes de la metrópoli .

Bajo el reinado de Felipe II, las costas canarias fueron  objetivo constante de ataques de piratas franceses o ingleses, debido a la enemistad de España en ese momento con estos estados.

LA GOBERNACIÓN DE LAS ISLAS

Por quejas llegadas a la Corte, tanto Pedro de Vera como Alonso de Lugo, durante sus mandatos, habían sido sometidos a juicios de residencia. Como consecuencia de estos procesos, Vera fue trasladado tempranamente a la Península Ibérica y sustituido por Francisco Maldonado mientras que, por el contrario, el Adelantado se mantuvo en el gobierno de sus islas hasta 1525, año en que murió.

La gobernación de Tenerife y La Palma siguió ligada a la familia Lugo a través de Pedro de Lugo, segundo Adelantado de Canarias. Luego, los nombramientos de gobernador para estas islas se harán sin contar con los descendientes del Adelantado.

Durante este siglo hubo dos gobernadores, uno con autoridad en Gran Canaria y otro con jurisdicción sobre Tenerife y La Palma. Cada isla se regía por sus propios Concejos, sin depender unas de otras, tanto en lo político como en lo militar.

En 1589, Felipe II, ante la gravedad de los ataques piráticos, unifica el mando militar de las Islas y crea el cargo de Capitán General, con mando sobre todo el Archipiélago. Pero don Luis de la Cueva, que había sido nombrado para ejercer tal cargo, tuvo que ser cesado años después, y con él desapareció el cargo, al menos momentáneamente. Las Islas, pues, volvieron a su antiguo régimen sin unidad político-militar .

En Gran Canaria, la máxima preocupación de los gobernadores de esta época era mejorar los sistemas defensivos de la isla. A este fin, se erigen varios castillos en Las Palmas y se intenta crear los primeros cuerpos de milicias .

Las islas de señorío dependen directamente de sus señores territoriales, condes o marqueses; así en La Gomera y en El Hierro mandan los Peraza, en Lanzarote, los Herrera y en Fuerteventura, los Saavedra. Este régimen señorial seguirá hasta 1837, en que será abolido, como fruto del movimiento liberal de la época .

La construcción del Castillo de la Luz, en Las Palmas de Gran Canaria, data de 1550, y ha sido remodelado en numerosas ocasiones. Durante mucho tiempo fue de los pocos sistemas defensivos con los que contaba la ciudad. (TB)
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